Un comienzo...
Querido Diario:
Regrese del colegio después de estar estudiando todo el día, salude y fui directo a mi habitación, me tiré en la cama y sin darme cuenta me quedé dormida. Fue un día común y corriente, excepto porque poco después de levantarme, entró mi mamá en el cuarto con un pequeño diario color blanco de franjas rosadas, moradas y azules. “En este diario se puede guardar los momentos de la vida, para que no se olviden y puedas recordarlos todos con detalle, cuando un día logres regresar de nuevo a este mundo” me dijo con una sonrisa en el rostro mientras me pasaba el diario, un lápiz rosado y unas pequeñas llaves. Se dirigió hacia la puerta me dijo “Si quieres, puedes empezar por describir con detalles este momento, eres muy buena escribiendo y cuando termines puedes bajar a comer”. Mi madre cerró muy despacio y con cuidado la puerta, creo que para no perturbar mi concentración por asimilar todo lo que me dijo o tal vez, para que le preguntara sobre lo que me había dicho, sin embargo, yo no dije nada, solo me quede sentada con el diario en las manos, pensando en las palabras que me dijo mi madre, “un día lograré regresar de nuevo a este mundo” era muy raro. ¿Por qué decía que yo regresaría de nuevo a este mundo? Era un misterio y me surgieron más preguntas que tenía que resolver pero de las que ya me encargaría en su momento.